Familia amada:
Les escribo estas palabras para que esten tranquilos. Yo elegí mi camino y mi profesión por vocación. Hoy me toca estar en peligro, en riesgo, tentando al destino al exponerme a lo que hoy es considerada una pandemia. Sí, tengo miedo, no quiero ir a mi servicio voluntario porque pienso que si me contagio y muero no podré hacer tantas cosas con las que soñé, pero más miedo me da es que ustedes o un ser querido se contagien y yo no pueda hacer nada por salvarlos. Créame, aquí en esta agrupación de personas igual de locas que yo, nos cuidamos, se que es difícil comprender mi pasión y amor por ayudar en esta pandemia, se que temen a que algo me pase, pero quiero decirles que la Brigada somos una familia donde todos somos hermanos y nos cuidamos, confía en mis compañeros que ellos sabrán cuidar de mi y yo de ellos, porque cada que respondemos a un llamado y nos ponemos esos trajes incómodos que tu llamas "de astronautas" mi corazon y alma se llenan de empatía por saber que ayudaremos a un desconocido y que la familia de el tambien sufre.
Pero no todos en Magdalena ven el sacrificio que nosotros hacemos, porque aun siendo voluntarios hemos pasado por muchas decadencias, hay veces que no tenemos gasolina pero hacemos lo posible por ayudar, creo familia que en eso hemos pecado. Y luego veo a la gente en la calle, como si nada pasara, sin cubrebocas, con niños y sin guardar la sana distancia. Eso me entristece aun más porque se que el hospital hay mas amigos; medicos y enfermeras que lo están dando todo, y la gente sigue sin hacer nada.
Yo no quiero que ustedes sean un número más en las cifras, ni quiero que sean incluidos en las frívolas estadísticas que sólo alimentan el pánico colectivo.
Me enseñaron a tener un corazón grande, tan grande que puedo poner al servicio de la gente mis conocimientos para ir en ayuda del que más lo necesita, y hoy el mundo entero nos necesita, a todos. Eso arriesga mi vida, pero es un desafío que estoy dispuesto a aceptar.
Si yo me llego a ir, créeme que será con el honor de haber servido como un agente de combate, que jamás bajó sus brazos ni se rindió. No tengo capa, ni quiero quedar en sus memorias como un héroe, sólo quiero que recuerden que era mi pasión ayudar al enfermo y curar al herido, del desamparado y del sin nada de esperanzas.
Quiero que esto pase y recordarlo como un mal momento. Pero si no es así, en mi caso abraza mi uniforme verde y llénate de orgullo de saber que fui parte de un grupo de locos que lo han dado todo ppr su pueblo.
Los quiere.
Un Voluntario de la UNIRESCO. Brigadas del Sol Rescate.